viernes, 10 de septiembre de 2010

Guatemala, asolada por el hambre. La intensidad de las últimas lluvias agrava la inseguridad alimentaria

Inundaciones
Eclipsado por el drama del pasado fin de semana, cuando al menos 46 personas murieron soterradas por deslaves, el fantasma del hambre se cierne nuevamente sobre Guatemala, un país con cifras africanas en hambre. La desnutrición crónica afecta al 49% de la niñez en el país centroamericano, de acuerdo con un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, en sus siglas en inglés). En esa lista le siguen, de lejos, Honduras (29%), Bolivia (27%) y Ecuador (26%).

La situación se agrava, -si aún cabe la expresión-, porque la época de lluvias más intensa de los últimos 60 años ha destrozado la mitad de las cosechas de maíz y frijol (alubia negra) en las provincias del Altiplano, el granero del país. El impacto es mayúsculo si se tiene en cuenta que la tortilla de maíz y, ya casi como un lujo, un plato de frijoles, son los únicos alimentos a los que tienen acceso ocho de cada 10 guatemaltecos.

Los campos anegados muestran también destrozos en los cultivos de verduras. Cálculos iniciales elevan hasta un 50% la cantidad de cosechas perdidas, mientras que los campesinos comprueban, con angustia, cómo los productos que lograron rescatar se les descomponen ante la imposibilidad de llevarlos al mercado porque las carreteras están intransitables, después de que aludes de lodo y piedras bloquearan los caminos por derrumbes que se suceden a diario. En otros casos, las crecientes de los ríos han arrastrado puentes, dejando aisladas extensas zonas del país.

A nivel macroeconómico, el impacto es igual de preocupante. Una fuente de la patronal estima en 200 millones de quetzales (unos 19,5 millones de euros) las pérdidas diarias para los sectores de transporte, comercio y exportación, imposibilitados de llegar a los puertos de embarque con sus mercancías, la mayoría de ellas productos perecederos como flores y verduras.

De alguna manera, toda esta tragedia era previsible. En la Cumbre del Clima de Copenhague, celebrada en diciembre de 2009, se colocó a Guatemala entre los 10 países más vulnerables al cambio climático. La posición geográfica del país, en medio de los océanos Atlántico y Pacífico, y una orografía muy quebrada "favorecen" esa debilidad extrema, según se señaló en el foro mundial.

Pero también es cierto que los guatemaltecos han hecho muy poco por conservar sus recursos naturales. "Guatemala pierde anualmente 73.148 hectáreas de bosque", de acuerdo con un perfil ambiental elaborado en 2006. El estudio señala que en un periodo de 10 años ha perdido el 11% de sus recursos forestales. También destaca que, en términos relativos de deforestación y extensión territorial, se pierden anualmente cuatro veces más árboles que en Brasil.

Deforestación veloz Revertir esa situación se percibe particularmente difícil, porque una de las principales causas de la deforestación es la necesidad de leña de la población rural para cocer sus alimentos. A esto se suma la quema de bosque en busca de tierras para sembrar granos, sin considerar que la mayoría del territorio es de vocación forestal. Ello significa que después de dos o tres cosechas las tierras se vuelven estériles, lo que provoca invasiones a nuevas áreas.

Este panorama se ha complicado en los últimos años, ante la creciente demanda de tierras para la siembra de cultivos como la palma africana, destinada a producir biocombustibles, o la presencia cada vez mayor de las mafias del narcotráfico que, ante la debilidad extrema del Estado, han convertido extensas zonas de territorio guatemalteco en campos de siembra de plantas como la amapola o la marihuana.

Con todo, el Gobierno pareciera reaccionar con demasiada lentitud ante una tragedia, que, a todas luces, lo ha desbordado. El primer paso se dio apenas comenzó la tarde del martes (hora local), cuando el Congreso (legislativo, unicameral) aprobó de emergencia un presupuesto de 1.300 millones de quetzales (unos 127 millones de euros), de los que aproximadamente un 40% será destinado a reconstruir la red vial. De lo que todavía no se habla es de la necesidad de importar alimentos, para evitar que los especuladores eleven los precios a niveles inalcanzables.

Naciones Unidas destina otros 10 millones de su fondo de emergencia a la crisis en Pakistán

Inundaciones
La ONU destinará diez millones de dólares adicionales de su fondo de emergencia para asistir a los 21 millones de afectados por las inundaciones en Pakistán, según afirmó hoy en Islamabad una responsable de la organización.

En rueda de prensa, la nueva subsecretaria general del organismo para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, subrayó que "se necesita hacer mucho más" para abordar "uno de los desastres más grandes a los que se ha enfrentado la comunidad humanitaria".

Amos, que acaba de sustituir en el cargo a John Holmes, también apostó por mejorar la coordinación internacional con las autoridades paquistaníes en las labores humanitarias.

Con esta nueva aportación, la ONU ha destinado ya 39 millones de dólares de su fondo de emergencia para el plan de asistencia inmediata a los damnificados, que revisará el próximo día 17 con un nuevo llamamiento a la ayuda de la comunidad internacional.

Hasta ahora, la ONU ha recibido en torno a un 67 por ciento de los 460 millones solicitados a la comunidad internacional, aunque Amos precisó hoy en conversación con un grupo de periodistas que en el segundo llamamiento se pedirán más fondos que en el primero.

En los últimos tres días, la subsecretaria general ha visitado varias de las áreas del país afectadas por las fuertes lluvias en las provincias de Khyber-Pakhtunkhwa (noroeste) y Sindh (sureste).

Entre las contribuciones canalizadas por la ONU y las donaciones recibidas por otras ONG y las autoridades nacionales, Pakistán ha obtenido hasta ahora algo más de 1.234 millones de dólares, entre aportaciones en metálico y bienes de equipo.

Las peores inundaciones de la historia de Pakistán se han cobrado desde finales de julio al menos 1.752 muertos y han anegado una quinta parte del territorio.

El Banco Mundial advierte del impacto de la compra de tierras a gran escala por extranjeros

Agricultura
Las adquisiciones de tierras en gran escala, estimuladas por el aumento de precios de alimentos y los combustibles, requieren una defensa más enérgica de los derechos de propiedad de las comunidades locales, indicó hoy un estudio del Banco Mundial.

"El interés en las tierras agrícolas sigue aumentando", señaló el informe de más de 160 páginas, centrado en la creciente adquisición especulativa de grandes porciones de tierras, sobre todo en países pobres, por parte de inversores extranjeros.

"Teniendo en cuenta la volatilidad de los precios de las materias primas, las crecientes presiones humanas y ambientales y las preocupaciones acerca de la seguridad alimentaria, este interés crecerá especialmente en el mundo en desarrollo", añadió el informe.

La puja global por tierras agrícolas se intensificó en la primera mitad de 2008.

"La necesidad de inversiones mayores y mejores en la agricultura para reducir la pobreza, aumentar el crecimiento económico y promover la sostenibilidad ambiental era ya evidente cuando había 'apenas' 830 millones de personas hambrientas en el mundo antes de los aumentos de precios de alimentos", recordó el estudio.

"La situación es aún más clara actualmente cuando, por primera vez en la historia humana más de mil millones de personas van a dormir cada noche hambrientas", añadió.

Según el Banco Mundial, antes de 2008 la expansión anual promedio de tierras agrícolas en todo el mundo era de menos de 4 millones de hectáreas pero "antes de que terminara 2009 se habían anunciado contratos de compraventa de tierras en gran escala por 45 millones de hectáreas".

Más del 70 por ciento de ese negocio ha ocurrido en África, pero también han habido adquisiciones en gran escala de tierras por parte de inversores en el este de Europa, en Rusia y en América Latina.

Los expertos del Banco Mundial encontraron, asimismo, que en muchos casos las compraventas no se habían ejecutado y señaló que "a menudo, los riesgos son enormes".

"En muchos casos los planes se suspenden por una variedad de razones incluidos los objetivos que no eran realistas, cambios en los precios y las inadecuadas infraestructuras, la tecnología y las instituciones", añadió el informe, según el cual hasta mediados de 2010 se había iniciado la labor agropecuaria en apenas el 21 por ciento de las tierras adquiridas por inversionistas.

El informe recomendó un establecimiento más claro y una defensa más firme de los derechos a la tierra de los campesinos de manera que ellos puedan negociar directamente con los inversores, reciban pagos directos por las transferencias de tierras y para asegurar que las inversiones beneficien a la población y la economía locales.

Asimismo, añadió, los inversores deben informarse bien acerca de los derechos de propiedad cuyo respeto es "clave para los proyectos legítimos y económicamente viables", según el estudio.

El Banco Mundial apuntó que en algunos países como México y Argentina los inversores extranjeros han encontrado que es conveniente la colaboración con los actuales terratenientes, sean estos pequeños agricultores o dueños de grandes propiedades, dado que en esos países hay menos tierra sin uso.

Analizan la situación ganadera en Caquetá (Colombia)

Ganadería
Gobierno Nacional, gremios lechero y cárnico y autoridades civiles del Caquetá buscan salidas a la crisis económica y alternativas ante el TLC con Europa.

Con la presencia del ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, y el ministro de Protección Social, Mauricio Santamaría, así como del senador Jorge Robledo, se realizará mañana el foro ganadero convocado por la Asamblea del Caquetá. El objetivo es buscarle una salida a la crisis por la que atraviesa el sector lechero y cárnico del Departamento, del cual depende, en gran parte, la economía regional.

“Siendo la ganadería el componente productivo de mayor importancia en el Caquetá con 780 mil litros de leche diaria y 280 mil cabezas de ganado vendidas al año, es preocupante que con tratados de libre comercio como el firmado entre Colombia y Europa, se ponga en desventajas la producción, de ahí la importancia del evento, aseguró el presidente de la Asamblea, Eduardo Manjarrés Montiel.

En la actividad se realizará un completo análisis, tanto del Gobierno Nacional como de los gremios y la oposición, sobre lo que denominaron los diputados “un injusto acuerdo con la Unión Europea que en el primer año de vigencia permitirá la entrada de 5 mil toneladas de leche en polvo y 2.310 de quesos sin aranceles, afectando de forma irreparable la producción ganadera que inyecta más de 1.500 millones de pesos diarios al Caquetá”.

Agregó Manjarrés Montiel que “el 65 por ciento de los ganaderos caqueteños poseen menos de 100 cabezas en su finca, un ordeño diario de casi 20 vacas produciendo 3,5 litros, lo que se traduce en un ingreso bruto promedio anual de leche por finca de aproximadamente 18 millones de pesos, entre tanto los subsidios que recibe en promedio un ganadero europeo equivalen a $16 millones anuales, cifra que, adicionalmente, supera en 2,36 veces el ingreso bruto anual de un ganadero del sistema doble propósito”.

Explicó que “la ganadería es en el Caquetá la actividad con mayor presencia en el campo, con 9.800 familias que derivan su sustento de la producción de carne y leche, oferta interna que sería inmediatamente desplazada por los productos europeos, con la nefasta repercusión que podría causar en términos de bienestar social, productividad, sostenibilidad y desarraigo a la región, cuya única tendencia sería a la quiebra de la economía departamental”.

El encuentro se cumplirá en el auditorio del Centro Múltiple de Comfaca, a partir de las 8:00 de la mañana y hasta las 2:00 de la tarde, entre los organizadores también se cuenta con la Gobernación del Caquetá y el Comité de Ganaderos, y se espera contar con los congresistas del Departamento y los ganaderos, desde finqueros hasta grandes inversionistas.